Cadena de valor

Son muchas las herramientas que permiten analizar las actividades de una empresa, entre las más estratégicas, indiscutiblemente sobresale la cadena de valor, y es que permite la identificación de sus fuentes de ventaja competitiva ¿Cómo se hace y su utilidad? encontrarán respuesta para quienes acompañen hasta el final.

Origen de la cadena de valor:

La publicación del libro The Competitive Advantage: Creating and Sustaining Superior Performance, es el punto de partida del concepto como tal; en este, su autor - el profesor Michael Porter – expone la idea de los sistemas empresariales que a comienzos de 1980, desarrollara la firma McKinsey & Co.

De acuerdo a la firma, la empresa era concebida como un conjunto de funciones - recursos humanos, marketing, producción… - por lo que para entender la estrategia y determinar la posición en el mercado, era necesario el análisis de dichas funciones en las compañías competidoras.

La idea de Porter:

La razón por la que la idea de Porter goza de gran popularidad – hacia el año de 1985 – es simple, trasciende del concepto de amplios niveles funcionales, logrando así una descomposición de las actividades individuales.

¿Qué es exactamente la cadena de valor?

Entender bien el concepto, demanda primero esclarecer qué es el “valor”, después de todo, la misma parte de la perspectiva de que la empresa debe crear valor en los productos y servicios ofrecidos.

Dentro de la teoría de Porter se evidencia un concepto fundamental denominado “margen”, este, corresponde al resultado de restar el valor que - desde el punto de vista de los clientes – tienen los productos y servicios ofertados por la compañía, menos los costos. Atendiendo a ello, el valor se define como lo que la gente está dispuesta a pagar por lo que se le ofrece.

La importancia del valor para una empresa:

Cualquier empresa alcanza rentabilidad una vez que su valor sobrepasa los costes necesarios para crear los productos, el mismo, debe ser medido por los ingresos totales y ser reflejo directo del precio cobrado y las unidades vendidas de cada producto.

De esta forma, es el valor quien ejerce rol protagónico al momento de analizar la posición competitiva, no el costo como suele creerse, lo que implica que el objetivo de una estrategia genérica tiene que ser ofrecerles a los compradores un valor que supere su costo.

En otras palabras, es la cantidad que los compradores están dispuestos a pagar, lo que determina el valor de un producto o servicio, o lo que es igual, el precio. Por lo que la cadena de valor no es otra que la red de actividades de la empresa cuyo objetivo es obtener insumos de precios bajos en productos o servicios con un que supere los costos.

¿Para qué sirve la cadena de valor?

En función de lo antes descrito, puede sencillamente afirmarse que la principal función que cumple la cadena de valor es la de permitir el análisis de las ventajas competitivas de una empresa frente a sus homólogas ¿Cómo lo consigue? exponiendo sus fortalezas en el proceso productivo.

Para ser más exacto, esta herramienta brinda la posibilidad de conocer los siguientes aspectos clave para toda empresa:

Grado de integración: es decir, las actividades ejecutadas por una compañía sin que tengan que acudir a otras.
Panorama de segmento: corresponde a los cambios que puede sufrir un producto final al punto de afectar sus ventas.
Panorama industrial: arroja una perspectiva clara de la interacción entre la empresa y los sectores/mercados, así como frente a sus competidores.
Panorama geográfico: permite el análisis de la competencia en ámbito geográfico donde compite, sea en la ciudad, regional, nacional o internacional.

¿Cómo definir la cadena de valor de una empresa?

La cadena de valor es una tarea de descomposición y unión que persigue entender la ventaja competitiva; atendiendo a ello, deben seguirse dos pasos al momento de definirla:

Descomposición de la empresa en actividades estratégicas que aporten el valor esclareciendo la forma en la que generan los costes.
Establecimiento de un sistema de relaciones entre dichas actividades con las que entender los aspectos que le hacen diferente de la competencia.

Actividades primarias y actividades de apoyo:

Por tendencia, son dos los tipos de actividades que se distinguen en un cadena de valor: las actividades de valor primarias y las actividades de apoyo o secundarias; mientras que las primera se vinculan brindarle a los clientes un mayor valor, las segundas, se encargan de reforzar a las primarias, sin aportar valor a nivel directo.

¿Cuáles son las actividades primarias?

Como se comentaba, son las actividades que dentro de la empresa, tienen relación directa con la comercialización y producción del producto; por lo que están divididas en cinco grandes grupos:

Logística interna: tienen que ver con todo lo concerniente al material o materia prima, desde el almacén donde se guardará, hasta la recepción y distribución.
Operación o producción: como su nombre lo elude, es la parte en la que se produce el producto final a partir de la transformación de la materia prima.
Logística externa o de salida: contrario a la logística interna que implica el almacenamiento de la materia prima, este conjunto de actividades se centra en el almacenar y distribuir el producto final.
Marketing y ventas: es imposible generar ventas si el producto no se da a conocer, por lo que esta etapa de la cadena de valor es fundamental para el rendimiento de la empresa.
Servicio: son las actividades destinadas a la provisión de servicios de post-venta, por lo que incluyen mantenimiento, garantías e incluso, instalaciones.

¿Cuáles son las actividades de apoyo?

Igualmente denominadas actividades de soporte, su objetivo es la de agregar valor al producto sin que esto implique estar relacionadas con su comercialización y producción, entonces ¿cómo lo hacen? sencillo, sirviéndole de apoyo a las actividades primarias. El grupo se compone de:

Infraestructura de la organización: estas actividades tienen como objetivo ofrecer un soporte a la empresa, por ejemplo como finanzas o contabilidad.
Recursos humanos: no solo se limitan a la contratación de personal, sino la capacitación de los empleados y mantenerlos motivados.
Desarrollo de la tecnología e investigación: persiguen aprovechar el conocimiento y la tecnología en pro de maximizar la correcta realización del resto de las actividades.

Compras: son aquellas a través de las cuales se consigue el aprovisionamiento o ejecutan las compras necesarias para la realización del producto.